Consulta de psicología y psicoanálisis

La construcción de un caso - Curso 2022 - 2023

La construcción de un caso

El curso de este año lectivo 2022-23 tratará sobre la construcción de un caso y constará de 8 reuniones online, un miércoles al mes, de octubre a mayo. Cada una de las reuniones estará estructurada en dos partes. 

La primera estará dedicada a la escritura de un caso clínico, bien sea a través del estudio y debate de un caso ya construido, bien sea a través de la elaboración de un caso particular de la clínica de alguno de los participantes. 

En la segunda parte se buscará plasmar la articulación teórica que se derivaría de lo tratado, y cómo podría dialogar con las formulaciones que manejamos habitualmente. Utilizaremos estas construcciones que tiene el analista a mano, el andamiaje teórico, en la misma línea que el caso clínico, para abrir la cuestión y facilitar una escritura del caso.

Entendemos este abrir la cuestión en conexión con lo que define la escucha analítica. Para que una escucha pueda darse debe poder prescindir, en la medida de lo posible, de lo que la obtura. Con frecuencia, cierto modo de relación con el saber que vela el encuentro con lo real. Esta detección es fundamental para limitar la implicación subjetiva. Aquí, siguen siendo válidas las críticas que hiciera Lacan a las posiciones de los posfreudianos, pero para aplicarlas a nosotros mismos, porque la fantasmática propia nos puede dificultar primero la escucha, y después la escritura del caso.

Procuraremos hacerlo de manera participativa, recogiendo las dudas y las dificultades que se presenten. Hagamos de ese la escritura del caso, una escritura posible del caso clínico. Aquella que muestre el encuentro con el agujero y el recorrido que escribió el sujeto a su alrededor.

Programa

1.- ¿Qué significa abrir la escucha al inconsciente? 

El lugar de partida no puede ser otro que el del no saber. Este reconocimiento inicial no es otra cosa que la castración que va a permitir al analista encarnar el lugar ético, no subjetivo, del deseo. En el ejercicio clínico será la posición del analista en el lugar del objeto, que tendrá en la escritura del caso un equivalente, una distancia necesaria respecto a lo subjetivo, asumiendo nuestro no saber frente al caso y preguntándonos a partir de él.

2.- ¿Qué se escucha? ¿Qué lee un analista?

El analista lee la escritura que refleja el encuentro con lo real, lee el síntoma. Hace la lectura del encuentro que ha provocado un acontecimiento, del que el sujeto es el efecto. El sujeto ha surgido de una afectación que se va a mostrar en un modo particular de enlace entre los registros real, simbólico e imaginario.

3.- Las tres construcciones

Las construcciones a las que nos referimos son, en realidad, tres: primero, la del sujeto, sea la de su síntoma, la de su inconsciente o la de su sinthome, todas ellas son escrituras de su encuentro con lo real; después tenemos la construcción que hace el analista en la cura, que es la escritura que elabora del laberinto del inconsciente del paciente, y que le sirve de base para hacer sus intervenciones; finalmente, la que escribe el analista sobre el desarrollo de la cura o sobre un aspecto particular de la misma, sea para uso propio o para el intercambio con colegas.

4.- ¿Qué se escribe? ¿A qué llamamos escritura? 

Se escribe la fórmula del laberinto del inconsciente, el rasgo que organiza su construcción. Es como la firma del arquitecto, en cuyo trazo hubiera quedado inscrito su problemática de goce. El analista responde a esta escritura con otra, que sitúa la del paciente para salir de ella. Pero no es lo mismo aquello que el analista interpreta sobre la construcción del paciente, que lo que el analista construye. Una diferenciación señalada ya por Freud, que le sirvió a Lacan para introducir otro modo de intervención. De la construcción que hacemos, qué trasladamos o no al paciente, y por qué.

5.- ¿A qué lugar viene lo que se escribe?

Lo escrito por el sujeto viene al lugar donde no hay escritura. La escritura del síntoma viene al lugar donde no puede haberla. El síntoma, así como el inconsciente, crea una relación (sexual) donde no la hay. El síntoma hace posible un goce en el lugar donde no puede haberlo.

6.- ¿Qué orienta la escritura del caso?

Lo que nos orienta es siempre el encuentro con lo real, que se va a mostrar en el montaje del síntoma, en su evolución en el tratamiento, y en la posibilidad de un desmontaje del mismo. Desmontaje entendido desde su propia imposibilidad, que pasa por hacerse cargo de su autoría. El análisis promueve la vuelta al lugar de la creación, la que se hizo del síntoma negando la imposibilidad de la relación sexual, para movilizar una respuesta menos engañosa para cada sujeto, es decir, que deje menos en la estacada el deseo.

7.- ¿Cómo leer lo que se escribe en el analizante?

Entendiendo que el síntoma es la escritura de goce del sujeto, donde ha quedado fijada su posición fantasmática, se trata de hacer una lectura única para cada analizante, hacer una la lectura que no sólo dé cuenta de su escritura particular, sino que responda a ella. La lectura del analista es la escritura desde la que interviene.

8.- La escritura de un caso

La escritura de un caso es tercera con respecto a las dos anteriores. En vez de estar destinada a orientarse en el tratamiento y en las intervenciones, está supeditada a problematizar la comprensión teórica del caso en el debate entre colegas. Para ello, despliega la problemática del encuentro con lo real, con sus éxitos y fracasos, antes y durante la situación de transferencia analítica, cara a poder ofrecer una respuesta o un acompañamiento al enigma de las posibilidades actuales del sujeto

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