Conflictos de pareja
Mucho más que dos
Para entender lo que se halla en juego en los conflictos de pareja, podemos empezar con lo que ésta comporta. Una pareja, como expresa su nombre, es un par, un conjunto de dos unidades diferentes que tienen un vínculo, pero que por sus características particulares y articulación no puede alcanzar la unidad. Así como una calle estrecha no alcanza el estatuto de calle y la denominamos calleja, la pareja va a la zaga del par al mantener en su seno su diferencia.
Cada uno busca a un otro con condiciones específicas para que devenga su compañero amoroso, sexual y familiar, con la creencia de que es posible que las cosas encajen y hagan de esa unión un lugar de refugio, seguridad o completud.
Pero cada integrante portará en él y aportará al otro su historia, con sus deseos y sus modos singulares de satisfacción, así como sus dificultades. Porque las cosas nunca encajan del todo.
Jamás nos hallamos tan a merced del sufrimiento como cuando amamos
S. Freud
Los conflictos de pareja más frecuentes
Hay diversos motivos por los cuales alguien se ve empujado a hacer una consulta:
- Desear tener una pareja, pero cuando se encuentra, tener dificultades para mantener el vínculo.
- Cambio de proyectos de vida que chocan con el modelo que se ha establecido durante mucho tiempo.
- Sentimientos de inadecuación, como dejar de tener deseo sexual, sentirse insatisfecho o no poder comunicarse. La dificultad para identificar el motivo y el mar de dudas sobre la continuidad.
- La repetición de las mismas disputas que provocan la alternancia de separaciones y retornos, sin encontrar una salida aceptable para ninguno.
- La persistencia de relaciones anteriores que no se cerraron bien, en uno, la pareja, o los dos.
Ante la dificultad actual, se abre la dimensión de lo posible, pero el sujeto no siempre se encuentra bien orientado para poder decidir, no siempre puede dibujarse qué le espera o qué es lo que es capaz de generar. Surge entonces la pregunta por su ideal, engañándose a menudo con lo que no está a su alcance. Tal vez lo buscado no exista más que en su cabeza. En el mundo de las fantasías uno se halla siempre entrampado, intentando tapar su vulnerabilidad no deja de abrirla a cada paso.
Síntomas asociados
- Alteraciones del deseo
- Celos
- Preocupación y estrés
- Impotencia
- Agresividad
Cada pareja es un mundo
Ello nos conduce a plantear que no existe en el ser humano la idea de una pareja «normal», como así tampoco existe la normalidad en el ámbito de la sexualidad. Cada integrante tendrá su propia manera de entenderla. Querer imponer o convencer al otro suele ser una de las puertas de entrada a los conflictos de pareja.
Por lo tanto, no se trata de abrir un espacio para decidir quién tiene razón, ni tampoco para aprender a decir las cosas de la mejor manera, como si hubiera una válida para los dos. Por eso, no siempre es necesaria la asistencia conjunta a la terapia, pero sí es importante una implicación en el momento de querer profundizar en el malestar personal que repercute en el vínculo de pareja. No podemos dejar de tener en cuenta que los cambios operados en una persona producen necesariamente modificaciones en la otra.
Ello nos indica la conveniencia de una primera consulta para valorar las circunstancias particulares y diseñar un tratamiento que contemple la posibilidad de analizar qué es aquello que trastoca la circulación satisfactoria en relación al vínculo amoroso. Entender cómo se ha llegado a veces al «Nosotros, que nos odiamos tanto».